viernes, 12 de febrero de 2010
POR CIERTO...
Por cierto ¿hoy es domingo?, se preguntaba el anciano sentado en su incómoda silla con una plataforma de madera que le impedía levantarse a vagar por los angostos pasillos de aquella residencia maloliente.
Golpeaba fuertemente con sus nudillos una y otra vez intentando zafarse de aquel obstáculo manteniendo la mirada fija en un punto negro y la mente vacía de sus miserias. Sintiendo cómo una lágrima de soledad recorre lentamente cada uno de los surcos de su piel.
Por cierto ¿hoy es verano?.
Por cierto, ¿quién soy? Y esos besos que recibo, por cierto, ¿de quién son?...
Autora: Emibel
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MUJER
M ujer con mayúsculas A mante y amada R isueña en vivos colores I nfatigable ser A lquimista de la vida J uventud madura O bservadora innata...
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Ante la inclusión en el Anteproyecto de Ley de Economía sostenible de modificaciones legislativas que afectan al libre ejercicio de las libe...
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M ujer con mayúsculas A mante y amada R isueña en vivos colores I nfatigable ser A lquimista de la vida J uventud madura O bservadora innata...
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Poema dedicado a un compañero de trabajo que se ha jubilado: Manejado por los hilos de la vida Como marioneta Navegaste por mares revueltos....
36 comentarios:
Qué lástima llegar a olvidar que los besos que recibes son de tu mujer o de tus hijos.... Feliz finde.
Muy triste llegar a viejo y no acordarte de tu vida. Aunque peor es llegar sin el cariño de los tuyos.
Buen texto Emibel.
Besos.
Ay, mi niña, que panoramas..., y panoramas que habitan entre nosotr@s y otros que están ocultos, pero están. Algun@s tienen la suerte de que la demencia les dá graciosa, pero otros...
Asi es Emibel, si señora, asi empieza.
No nos pongamos tristes, un besico muy grande, para ti.
Querida Emibel, cuanto tiempo; he estado ausente y os he echado mucho de menos. Ahora haré una entrada y os explicaré.
La vejez, hay que saber afrontarla, como el día a día, y tratar de ver el lado bueno de cada etapa que nos toca vivir. Lo mejor que tienen los ancianos es que tienen mucha experiencia, se vuelven muy niños y algunos olvidan.
Un besazo enorme, mi querida Emibel
Ara
Que trsite querida Emibel.. Y que bien que trasmitís esa trsiteza..
Cariños!
Caray!! Me has hecho recordar a un familiar que se había olvidado de todos, por edad y enfermedad, y no sé porque, a mi siempre me conoció y me contaba sus cosas, unas reales y otras no. Que injusta es la vida muchas veces, es tan tríste para nosotros pero ellos no se acuerdan.
Muchos besos.
Me has conmovido enormemente con este minirelato, que en sí, nos muestra una realidad de la vida, dura, difícil y que tenemos que irremediablemente enfrentar.
Claro esta, ojalá no sea tan triste.
Un abrazo un placer leerte.
A kiss and happy weekend!!!!
p/d
Que tengan un lindo San Valentín muy lleno de ese AMOR que tanto les sobra.
Buffff, mi niña, ¡¡¡que triste es no recordar, no poder evocar ..
me duele recordar muchas cosas que he visto en residencias, y no eran malolientes...pero he visto vidas apagándose, pidiendo con los ojos un poco de amor...
Un abrazo princesa
Que penica. Yo le tengo dicho a mis hijos que cuando me ponga así que me rematen.
El anciano de tu texto me recuerda la madre de una amiga mía. La hija le estaba dando la merienda y le dijo: ¡Ay! Tu si que me cuidas bien, no como mi hija.
Pues eso.
Besos y pasa un buen fin de semana.
Sobrecogedor llegar a viejo asi, preferiria no llegar.
Besinos.
La mente
va perdiendo la maestria de guiar
los recuerdos se van perdiendo en una nubulosa de pasillos sin salida
y carteles que le indiquen como volver a la superficie.
el tiempo pasa
y como en un dibujo lastimado por el agua, todo lo que conociamos se va borrando.
Desde una habitacion en la joven Buenos Aires te dejo un calido beso
Me has hecho llorar...realmente penoso llegar a ese estado...
Un millón de besos.
La ancianidad tiene tantas aristas y tan diversas que es difícil no sentir cierto temor ante su inevitable (en el mejor de los casos) llegada.
Recibir amor sin ser consciente de que se recibe. Soledad, conscientes de lo mucho que pesa. Dias y noches, noches y dias sucediendose en idéntica cadencia. Enfermedades... ¿Cuál será nuestro final?
Dices mucho en muy poco, Emibel.
Un abrazo.
ERES UN SER BLANCO, MUY BLANCO.
ME IRÉ PONIENDO AL DÍA...
AHORA TE ABRAZO Y TE MANDO UN BESO.
Ayyy Emibel, si algo le pido a la vida es no verme así dentro de unos cuantos años ni, desde luego, tener el valor de abandonar a mis padres en una residencia.
No me gustan las residencias, ni creo que sea justo que unos padres terminen allí, olvidados entre otros ancianos y cuyos hijos y nietos no vayan o vayan un día a la semana. Lógicamente, esto es una generalización, pues hay casos que necesitan de cuidados especiales o que no pueden estar en un piso.
Pero todos sabemos de gente que se deshace de sus padres, olvidándose de todo lo que éstos les han dado previamente a ellos. Yo no quisiera verme así, ni tener el corazón tan duro para enviar a mis padres a una fría residencia. Porque los besos de una cuidadora o una enfermera, por muy cariñosa que sea, no saben igual que los de un hijo o un nieto. Lo sé por la experiencia que tuve con mi abuela. En fin, no hablo más que no quiero lagrimear, jejeje.
Un beso fuerte¡
Eres grande cielico, retratas la vida tan bellamente que hasta la tristeza se nota en tus letras, la siento en mis carnes.
Te quiero amor, con todas las letras... besazo.
Lo que nos cuentas es más la soledad de la pérdida de la razón que de la vejez en si, triste llegar al final de tal manera.
Cordial saludo, sensible amiga.
Por cierto, ¿aún no han descubierto la vacuna definitiva del Alzeimer?
Es triste llegar a esta edad, y que se te vaya la memoria en un suspiro, después de toda una vida llena de gratificantes experiencias.
Me has tocado el alma, Emibel, snif,....
Un abrazo cálido, por cierto, desde Canarias.
Desde mi experiencia con este tipo de ancianos, te aseguro Emibel que son mucho mas felices los que sufren demencia senil que los que tienen deteriors físicos.
Las personas dementes viven en su mundo y la mayoria de ellos son felices porque lo acoplan todo a su conveniencia.
Un besito.
Emibelll..! verdaderamentee conmovedorrr...!!
lujito del bueno leertee amigalmaaa..!!
mi cariñoo siempree cerquitaaa..!!
Siempre un lujo pasar por tu universo y beberse tus letras...
Saludos y un abrazo.
"cómo una lágrima de soledad recorre lentamente cada uno de los surcos de su piel."
Esta frase pone en la imaginación del que la lee el rostro, maltratado por los años,del pobre anciano, al que ya nada le queda. Ni tan siquiera sus recuerdos.
Bonito párrafo.
Qué pena que lleguemos a ese punto, de no saber quién somos, ni en qué día vivimos, y encima estemos solos, es triste....Muy bien escrito, muy sentido. Un beso, pasa buen finde, wapa!
Que horror es el olvido...
pero me alegro que siga recibiendo besos, por lo menos el no ha sido olvidado.
Genial la entrada. besos
David, así es la vida de las personas con diferentes tipos de demencias. Gracias por comentar. Un beso.
Elena,sí , Elena, como dices. Siempre hay algo peor. Un beso, preciosa.
Sarah, pero es una graciosidad vacía, no son conscientes de ello. Gracias por comentar. Un besito.
Ara, en tu ausencia te espero. Gracias, mi niña. Un besico.
Sol, tú que me sabes sentir y me aprecias. Un beso, preciosa.
Campoazul, yo recuerdo día a día a mi padre. Un beso, cielo y gracias.
Vuelo de Hada, te deseo que nunca vivas esa experiencia. Gracias por tus deseos de San Valentín. Ignoro si estás enamorada, si así es te deseo lo mismo día tras día. Un beso y gracias por tus palabras.
Pluvisca, me agrada que tengas buenos recuerdos. Yo también los tengo, trabajé durante 9 años con ancianos demenciados y tuve que deajarlo, cambiar totalmente mi rumbo por mi absoluta involucración con ellos. Hoy en día los sigo recordando... con todo mi cariño. Un beso, mi niña preciosa.
Ardilla, yo también les digo que no me permitan vivir así, si a éso se le puede llamar vivir.
Conozco perfectamente lo que dices, mi padre dejó de reconocerme en los últimos meses de su vida, su ojito derecho se volvió una desconocida a la que le pegaba. Aisss mi niño, cómo le quería y le quiero. Uffff, un beso, guapa.
Fabia, yo tampoco quiero llegar así. Gracias, preciosa. Besicos.
Forbidden, no se puede expresar mejor de lo que tú lo has hecho. Un abrazo y gracias por visitarme desde tu habitación.
Morgana, procuraré el próximo día hacerte llorar de risa. Gracias. Besicos, guapetona.
Carmen, esperemos que nuestro final sea dulce y sin sufrir. Gracias por tus palabras. Un beso.
Casera, recojo tu beso y tu abrazo. Me emociona lo que has dicho. Cuídate mucho, vale? Besitos.
Jota, mi padre sufrió esa maldita enfermedad, Alzheimer y no lo llevamos a una residencia. Lo atendimos en casa y buscamos ayuda pero no salió de su entorno. Se merecía lo mejor y era el cuidado de su mujer y sus hijas. Un besito, amigo
Emilio, tú sabes por qué se nota la tristeza en mis letras y tú la compartes conmigo, igual que compartes la felicidad. T.A. Gracias, vida.
Gemro, siempre entiendes lo que quiero decir perfectamente. Creo que me conoces muy bien, ¿me equivoco? Un abrazo. Gracias
Flautista, hubo algun pequeño avance en la vacuna pero eran peores los efectos secundarios que los propios beneficios. Falta mucho camino aún por andar en esta enfermedad. Gracias por decirme que te toqué el alma, me gusta. Un beso, amigo.
Anjali, cariño, permíteme que no esté de acuerdo en la totalidad de tus palabras. Hay diferentes tipos de demencias, diferentes niveles y diferentes enfermos con sus fases.
Uffff sería muy largo.
Espero que no te moleste , ojalá no estuviera tan puesta en esta enfermedad, mi padre estuvo 14 años, así que imagina las diferentes fases que pasó lentamente con su medicación, con su terapia diaria.
Gracias, mi niña, por comentar.
Un besito, preciosa.
Gogo, un lujo para mí conmoverte. Un beso y gracias.
Sonrisa de H, espero que no te emborraches. Gracias. Un abrazo.
Juan Carlos, gracias por tus bonitas palabras y por tu sensibilidad. Un abrazo, amigo.
Baiba, gracias. Te deseo un buen finde también. Un beso y seguiré tus recomendaciones literarias. Un beso.
Suso, es muy importante que sigan recibiendo besos, abrazos, caricias aunque haya momentos que las rechacen. Le sigo besando.
Gracias, amigo. Un abrazo.
Que pena no recordar a tus seres mas queridos.Menos mal que,aunque él no sepa quien es,hay alguien que si sabe quien ha sido y es él.
Besos
La tristeza de la ancianidad
y ese devorador de mentes y amores
que es el Alzheimer.
Qué pena para los familiares
de quien lo sufre.
La vejez es una etapa dura y si va acompañada de enfermedad y soledad doblemente difícil, a veces la vida es ingrata, se llega a tener poca autonomía, poca capacidad de pensamiento....
Hoy Emibel has tocado un tema muy amplio para discutir, como dicen algunos de tus lectores y como bien sabes, el cuidador también sufre lo suyo cuando se trata de un ser querido.
Perdona que llegue siempre tarde a los comentarios, te deseo un muy feliz día de San Valentín.
Pobre viejo. Todos tenemos que tener en cuenta que llegaremos a esa edad, por eso no debemos espantar a la gente que nos quiere bien.
No me gustaría llegar sola a la vejez.
Cariños.
Sensitivo, melancólico, justo...así es este escrito; se instala en la conciencia, en el sentimiento, en el alma... el humano como desecho social cuando ya no le sirve a la cadena productiva; el humano como máquina de obsoleta data... el desprecio a la vejez como norma interiorizada en las mentes contemporáneas... cuánta tristeza...
Emibel, abrazo tus letras para sentirme un tilín más humano...
Gracias de nuevo
Hay memorias que se pierden , pero que hermoso no olvidad que existen los besos las caricias, el cariño... no importa ya quien los de o no... se siguen sintiendo.
emocionan estas letras sabiendo que esta realidad es cada día más habitual...pero elo nos enseña más profundamente a valorar cada segundo que vivimos, y tanto máscada sensación y emocón que nos acontece.
mi abrazo y admiración.
Con cariño, esencia.
Hola compañera,
un saludo dominguero
y ánimo para el lunes
Qué triste no recordar ni saber quién es, llegar a cierta edad con la peor enfermedad, triste amiga buena reflexión.
Besos
Una edad a la que se llega lentamente, con la esperanza que nuestro niño interior siga acompañandonos.
Cariños
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